



Berta Zuckerkandl, Koloman Moser, Hermann Bahr et al.
Rodearse de belleza.
La Wiener Werkstätte
2025, 88 pp.
¿No deberíamos volver a tener esperanzas si, de nuevo, nos rodeamos de belleza, no aquí y allá, sino a lo largo y a lo ancho, hasta donde llegue nuestra vista, en todas las direcciones, de una belleza segura de sí misma, no de una máscara prestada y falsa?
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(J. Hoffmann. Muebles simples. Diseños e introducción)
La Wiener Werkstätte fue fundada en 1903 por el arquitecto Josef Hoffmann, el artista Koloman Moser y, como inversor, el industrial textil Fritz Wärndorfer, tomando como referente al movimiento inglés y escocés Arts and Crafts.
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Esta cooperativa de producción artística y artesanal buscaba crear artesanías de alta calidad material y conceptual, y de utilidad en todos los ámbitos de la vida cotidiana: arquitectura, muebles, arte de interiores, porcelana, vidrio, papelería, libros, indumentaria, etc.
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Su énfasis estuvo puesto, principalmente, en las condiciones de trabajo de sus diseñadores y artesanos: tenía talleres modernos y bien equipados, fomentaba el trabajo cooperativo entre las distintas áreas creativas, reconocía al artesano como cocreador. Para subrayar la igualdad entre artistas y artesanos, ambos podían colocar sus firmas (monogramas) en los objetos. Los diseñadores tenían monogramas cuadrados; los artesanos, circulares.
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Sin duda, la Wiener Werkstätte influyó decisivamente en las artes aplicadas de todo el siglo XX al impulsar el cambio de la ornamentación del Art Nouveau belga y francés a formas sencillas, geométricas y abstractas.
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Rodearse de belleza. La Wiener Werkstätte antologa una serie de documentos y primeras fuentes (artículos, programas, cartas, bocetos de trabajos, fotografías, narrativas personales) que dibujan ángulos en las intenciones y puesta en práctica de los talleres vieneses y nos acarrean hacia el origen de una mirada estética de la vida cotidiana que se encuentra más vigente que nunca.
