2023, 29 pp.   
CC 4.0

Kunst gibt nicht das Sichtbare wieder, sondern macht sichtbar

[El arte no reproduce lo visible, lo hace visible]

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El trabajo teórico de Paul Klee (1879-1949) tuvo un impacto duradero en el dibujo y la pintura modernos e influyó en toda una generación

de artistas. 

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En Apuntes pedagógicos (1925), un libro en el que sintetiza su primer año (1921-1922) de clases en la Bauhaus, explica –siempre para entender el desarrollo de una forma– los principios teóricos que consideraba centrales para la composición artística. Todo comienza con un movimiento entre dos polos opuestos, como el caos y el cosmos (orden) o lo estático y lo dinámico. Ese movimiento da origen a los elementos pictóricos (punto, dirección, plano) así como a los medios pictóricos (línea, claroscuro y color).

Mientras que los Apuntes pedagógicos se limitan a un cuaderno escrito a mano con alrededor de 200 páginas, La teoría de la composición pictórica (1928) consta de alrededor de 3900 páginas. El texto que ponemos a disposición, contiene la introducción a ese libro. En ella, Klee define:

La “teoría de la forma”, como se suele llamar, no tiene en cuenta el énfasis en las condiciones previas y los caminos que llevan a ella. Y “teoría de la formación” suena demasiado extraño. En su sentido más amplio, “composición” también designa las condiciones previas subyacentes a cierta movilidad. Y, por lo tanto, es más adecuada.

“Configuración” (en contraposición a “forma”) también implica algo más vivo. Configuración es una forma con funciones vitales subyacentes...

Después de esta aclaración de términos, Klee explica cómo orientarnos en el plano y en el espacio. Un espectador debe imaginar la obra de arte como una imagen especular, es decir, una imagen en la que las dimensiones de arriba/abajo e izquierda/derecha corresponden a la de su propia percepción.

Para Klee, un aspecto esencial de la composición radica en la ley fundamental de los opuestos. Porque ¿qué significa “arriba” si no hay “abajo”? El contraste entre caos y cosmos también funciona según este principio. Klee diferencia entre el caos real y el caos opuesto, que forma el contraste real (desorden) con el cosmos (orden). El caos real, por otro lado, nunca se va a poder equilibrar y puede expresarse mediante el punto matemático, el “concepto no conceptual de la no contradicción”. Pero si se quiere hacerlo perceptible a los sentidos, se llega “al concepto de gris, al punto decisivo para el ser y el perderse”. Este punto gris contiene el momento cosmogónico a partir del cual todo puede desarrollarse:

“un estado desordenado de las cosas, un desorden. Creador de mundo (cosmogónico), un estado mítico original del mundo, a partir del cual el cosmos ordenado se forma solo de manera gradual o repentina, por sí mismo o por la acción de un creador”.

Una creación artística como un mundo.