Señor, ¿oye a lo nuevo
retumbar y temblar?
Vienen profetas
que lo exaltan.
Es cierto que oír no es posible
en la piedra de la furia,
pero cada pieza de la máquina
ahora quiere ser celebrada.
Observe la máquina:
cómo se revuelca y se venga
y nos deforma y debilita.
De nosotros también obtiene fuerza,
ella, sin pasión,
acciona y sirve.
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