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  • Buchwald

Rainer Maria Rilke: Soneto 29

Amigo silencioso de tantas lejanías, sentí

cómo tu aliento aún multiplica el espacio.

En el oscuro armazón que sostiene la campana,

dejate sonar. Eso, que de vos se nutre,

 

será fuerte por ese alimento.

Entrá y salí de la transformación.

¿Cuál es tu experiencia más dolorosa?

Si beber te es amargo, convertite en vino.

 

Sé, en esta noche de desmesura,

poder mágico en el cruce de tus sentidos,

sé el sentido de su extraño encuentro.

 

Y cuando lo terrenal te haya olvidado,

decile a la tierra inmóvil: yo fluyo.

Al agua ligera, decile: yo soy.

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