Otra propuesta para modificar las superficies de proyección sería emplear, en lugar de la superficie cuadrangular convencional, un segmento redondo. Esta superficie de proyección debería tener un radio muy grande, es decir, debería ser poco profunda y colocarse de modo que forme un ángulo aproximado de 45 grados en relación con la perspectiva del espectador. Sobre esta superficie se proyectarían varias partículas –en los primeros experimentos, quizá solamente dos–, pero no desde una posición fija, sino desplazando continuamente los proyectores de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, de arriba a abajo, etc. Con este procedimiento se podría representar dos o más acontecimientos, al principio independientes entre sí, pero después calculados, para que cuando se proyecten de modo simultáneo se obtenga una representación coherente.
Pintura, fotografía, cine. Buchwald Editorial, 2018.