A partir de una conversación con (Gustav) Glück y (Kurt) Weil. Las relaciones de propiedad [Eigentumsverhältnisse] en las películas del ratón Micky: allí se muestra por primera vez que te pueden robar no solo el brazo, sino incluso el propio cuerpo.
El camino que uno debe recorrer para realizar un trámite administrativo se parece mucho más al que recorre el ratón Micky en sus aventuras que al de un maratonista. En estas películas, la humanidad se prepara para sobrevivir a la civilización.
El ratón Micky expone cómo la criatura sigue existiendo aun después de haber eliminado de sí toda apariencia humana. Rompe la jerarquía, concebida a partir del ser humano, de las criaturas.
Estas películas desestiman, de modos radicales nunca antes vistos, toda experiencia. En un mundo así, no vale la pena tener experiencias.
Semejanza con el cuento de hadas. Desde entonces, la experiencia de los eventos más importantes y vitales no pudo ser menos simbólica y carente de atmósfera. Contraste inconmensurable con Maeterlinck y Mary Wigman. Todas las películas del ratón Micky tienen como motivo “la aventura de salir a aprender el miedo”.
Así que ni la “mecanización” ni lo “formal” ni ningún "malentendido" son la base del tremendo éxito de estas películas, sino que el público reconoce su propia vida en ellas.
(fragmento 119)
Gesammelte Schriften VI, p. 144
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