I.
Tracemos para no aburrirnos

algo así en un principio.
Y si seguimos el juego

con esta línea continuemos.
Ahora que nos está gustando

agreguemos este trazo.
Acto seguido, sin mucho alarde,

pongamos estos detalles.
Uno acá y otro allá. ¡Pero qué tenemos aquí!

Si es el viejo Fritz.
II.
Comenzá firme y alegre.

Sigue así

y así,

enseguida estará como

en Austerlitz

y Waterloo.